domingo, 6 de noviembre de 2011

— Durante la guerra de Reforma Don Porfirio Díaz libró 12 batallas, fue herido de gravedad, creó una policía secreta, sufrió peritonitis, instaló una fábrica de municiones, se volvió experto en ataques súbitos y emboscadas. Pero sobre todo en manejar hombres, adivinar pasiones y ambiciones, y aprovecharlas.
— "Hubo un tiempo en que no recibí ni instrucciones ni ayuda de mi gobierno, por lo que me vi obligado a pensar por mí y convertirme en gobierno".
 —Casi no dejó ningún poder a los gobernadores ni a las autoridades locales. El tomaba todas las decisiones. Los diputados y los senadores aprobaban todas sus iniciativas. La opinión pública debía estarle siempre agradecida. No se permitía ninguna confrontación de ideas ni de opiniones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario