martes, 8 de noviembre de 2011

Conclusiones.

Porfirio Díaz es sin duda una de las figuras más polémicas de nuestra historia. Atacado por unos y defendido por otros. Pero estamos conscientes que el Gral. Díaz formó parte de una etapa crucial en el acontecer social, político y económico de nuestro país.
Bajo su dictadura México consiguió un importante progreso económico. Aumentaron las inversiones de capital extranjero, lo que favoreció la construcción y expansión de la red de ferrocarriles, se elevó el desarrollo de la minería de plata, se instaló la primera línea telefónica, inauguró la comunicación vía telégrafo en Oaxaca, se exhibió el fonógrafo, entre otras cosas. Por tal motivo consideramos que Díaz es un pilar importante en el desarrollo de México por todos estos avances.
Por otra parte, nos encontramos en desacuerdo con su delirio de grandeza que lo empujo a intentar durar más tiempo en el poder, se sentía dueño del país.
Además era malinchista, ya que consideraba que lo mejor provenía del extranjero. Trataba de imitar los estilos europeos, tanto en costumbres de la vida cotidiana como en modelos arquitectónicos, una muestra de ello es el Palacio de Bellas Artes.
Por lo tanto llegamos a la conclusión de que una persona como él, que logró grandes avances para el país, también es una persona que pudo estancarlo en sus últimos años de gobierno; ya que sentimos que ya no pensaba en servir al país sino en que el país le sirviera. También consideramos que antes de poder amar a lo demás tenemos que aprender amar a nuestras raíces.
Además era malinchista, ya que consideraba que lo mejor provenía del extranjero. Trataba de imitar los estilos europeos, tanto en costumbres de la vida cotidiana como en modelos arquitectónicos, una muestra de ello es el Palacio de Bellas Artes.
Por lo tanto llegamos a la conclusión de que una persona como él, que logró grandes avances para el país, también es una persona que pudo estancarlo en sus últimos años de gobierno; ya que sentimos que ya no pensaba en servir al país sino en que el país le sirviera. También consideramos que antes de poder amar a lo demás tenemos que aprender amar a nuestras raíces.
Su mandato se caracterizó por un crecimiento económico gracias a la inversión extranjera, la realización de obras públicas y el desarrollo de la industria en ciertas regiones, pero también por el uso de la fuerza para doblegar a la oposición y una muy desigual distribución de la riqueza. La Revolución acabaría con el gobierno de Díaz e inauguraría una nueva etapa para la historia de México.Cabe mencionar que en varios compañeros surgió cierta admiración hacia Porfirio Díaz, porque de ser un hombre humilde, residente de Oaxaca, logró ser un personaje ilustre de México. 
Aunque Porfirio Díaz reiteraba que ya el país se encontraba listo para la democracia, realmente nunca quiso dejar el poder y en 1910, a la edad de 80 años, presentó su candidatura para una nueva reelección, la cual fue rechazada por el público obrero. Ante estos hechos, Francisco I. Madero convocó a la rebelión, la cual surgió el 20 de noviembre de ese año, y terminó con la entrada triunfal a la ciudad, derrotando al dictador.




Obras en el Porfiriato.

En los 31 años del Porfiriato se construyeron en México más de 19 000 kilómetros de vías férreas con la inversión extranjera; el país quedó comunicado por la red telegráfica; se realizaron inversiones de capital extranjero y se impulsó la industria nacional.
El 2 de octubre de 1886, el gobierno anuncia que se ha publicado el reglamento para establecer una Escuela Normal para Profesores. Se reelige por segunda ocasión para el periodo 1888 –1892.
En este periodo se continuó el esfuerzo iniciado con Manuel González por superar la educación en todos sus niveles; hombres de la talla de Joaquín Baranda, Ezequiel Chávez, Enrique C. Rébsamen, Ignacio Manuel Altamirano y Justo Sierra Méndez le dieron lustre a este proceso que incluyó desde los jardines de niños hasta la educación superior, pasando por la formación de maestros.
En 1897 fue inaugurada la Escuela Naval Militar en la que se preparaban oficiales para la marina de guerra. También se crearon las compañías Transatlántica Mexicana, la Mexicana de Navegación y la Naviera del Pacífico, que perduraron por varias décadas.
Al final del Porfiriato se intensificó el tráfico marítimo en el Golfo, toda vez que llegaban periódicamente buques de diez compañías navieras, entre europeas, americanas y mexicanas. Por lo que toca al Pacífico, sólo una línea inglesa y dos mexicanas daban servicio.
Con el crecimiento del tráfico marítimo hubo necesidad de acondicionar varios puertos, como los de Veracruz, Manzanillo, Salina Cruz y especialmente el de Tampico.
Motivo de preocupación del gobierno, fue el enlace de los puertos con el interior del país y para ese fin se construyeron las vías férreas que comunicaron a Veracruz con la capital, Salina Cruz y Coatzacoalcos; no se concluyó la de México a Acapulco y solamente una parte de la México a Tampico.
El 13 de mayo de 1891 se promulgó una Ley expedida por el Congreso, virtud a la cual se establecía la distribución de los quehaceres públicos del Poder Ejecutivo en siete Secretarías de Estado, entre las que figuraba por primera vez la de Comunicaciones y Obras Públicas, lo que viene a significar un cambio en la política de construcción de caminos, considerándose que las carreteras y su desarrollo eran indispensables para impulsar la economía del país.
Correos Internos, Vías Marítimas de Comunicación o Vapores, Faros, Unión Postal Universal, Telégrafos y Teléfonos, Ferrocarriles, Monumentos, Carreteras, Calzadas y Puentes, Lagos y Canales, Consejería y Obras con el Palacio Nacional y Chapultepec, y Desagüe del Valle de México

domingo, 6 de noviembre de 2011

 Don Porfirio Díaz se reelige por 3ª ocasión para el periodo de 1892 – 1896. En la 4ª reelección cubrió el periodo de 1896 – 1900 y en la 5ª el periodo de 1900 – 1904. En 1903 se reformó una vez más la Constitución, prolongando el periodo presidencial a seis años y se creó la vicepresidencia. El 1º de diciembre de 1904 inicia su sexto periodo de reelección.
 —En los primeros años del siglo XX el gobierno de Porfirio Díaz se fue debilitando, tenía poca credibilidad y muchos opositores. Se recrudecieron los actos de represalia contra campesinos y trabajadores, como las matanzas de Río Blanco (1905) y Cananea (1906) y poco después el Partido Liberal Mexicano, bajo el liderazgo de los hermanos Flores Magón, publicaba un manifiesto de 28 puntos considerado como el antecedente inmediato del levantamiento popular de 1910.
 —El 21 de mayo de 1911 renuncia y el 26 de mayo partió a Veracruz para embarcarse rumbo a la Habana y posteriormente a Europa. El 2 de julio de 1915 a la edad de 84 años el General Díaz falleció en París. Sus restos descansan en el cementerio de Montparnasse en París.
  Los frutos vendrían más tarde, en 1866, cuando su estrella militar comenzase a brillar por encima de todas, sus triunfos de Jalatlaco, Miahuatlán y La Carbonera resonarían en los campos liberales. El 2 de abril de 1867 lograba en Puebla su victoria más importante: la puntilla del Imperio.
   El 20 de enero de 1868, el presidente Juárez y el General Porfirio Díaz, se cruzan telegramas de felicitación al inaugurar la comunicación con la Ciudad de Oaxaca. Al finalizar el siglo XIX las líneas telegráficas comunicaban a casi toda la República Mexicana. Ya para esta época, Guillermo Marconi había inventado el telégrafo sin hilos.
— El 29 de febrero de 1888 la Junta Legislativa del Estado de Oaxaca, expide un decreto permitiendo a la mujer el acceso a las carreras profesionales.
 —El General Porfirio Díaz recibe del Ministro de Francia en México el día 30 de abril de 1889, las insignias de la Legión de Honor que le confirió el gobierno francés. Se aumentan las líneas férreas en la República Mexicana.
— Durante la guerra de Reforma Don Porfirio Díaz libró 12 batallas, fue herido de gravedad, creó una policía secreta, sufrió peritonitis, instaló una fábrica de municiones, se volvió experto en ataques súbitos y emboscadas. Pero sobre todo en manejar hombres, adivinar pasiones y ambiciones, y aprovecharlas.
— "Hubo un tiempo en que no recibí ni instrucciones ni ayuda de mi gobierno, por lo que me vi obligado a pensar por mí y convertirme en gobierno".
 —Casi no dejó ningún poder a los gobernadores ni a las autoridades locales. El tomaba todas las decisiones. Los diputados y los senadores aprobaban todas sus iniciativas. La opinión pública debía estarle siempre agradecida. No se permitía ninguna confrontación de ideas ni de opiniones.
Fue presidente Constitucional de la República para el periodo de 1877 a 1880. Según la Constitución Mexicana, Díaz no podía permanecer en la presidencia durante dos mandatos consecutivos por lo que tuvo que renunciar en 1880 aunque continuó en el gobierno como Secretario de Fomento. Fue reelegido en 1884 y consiguió la aprobación de una enmienda a la Constitución que permitía la sucesión de mandatos presidenciales.
— En 1884 se encontró con una situación caótica ya que no había dinero en las arcas nacionales y la tranquilidad pública se había alterado. Al tomar posesión se restableció la paz, se regularizaron inmediatamente los pagos y el comercio volvió a dar señales de vida.

Porfiriato

Porfiriato o Porfirismo es el período de 34 años en el que el ejercicio del poder en México estuvo bajo control de Porfirio Díaz. Este período comprende de 1876 (al término del gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada) a mayo de 1911, cuando Díaz renunció a la presidencia por la Revolución encabezada por Francisco I. Madero, Francisco Villa, Emiliano Zapata y los hermanos Flores Magón. Durante el gobierno del general Porfirio Díaz se dio un giro en la actividad política nacional, puesto que logró de una vez por todas, a diferencia de los años anteriores, controlar de manera efectiva al Ejército. El Porfiriato también fue un periodo que provocó grandes desigualdades entre la población mexicana; pues la estabilidad económica y política generada en esos momentos soló beneficio a un pequeño grupo y ademas de la supresión de numerosas libertades civiles de la época.